La burla que hace Chaplin de la sociedad industrializada con su cadena de montaje, el fordismo y la deshumanización del hombre que aboga por el individualismo, son plasmadas en esta secuencia, dónde el protagonista es obligado a probar una nueva máquina que da de comer. Desde mi punto de vista es una de las mejores escenas de humor del cine llena de crítica y sencillas, características típicas del cine de C. Chaplin
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